¿Qué es la forma?
La forma es la apariencia
externa de las cosas. Por medio de ella obtenemos información del aspecto de
todo lo que nos rodea. Nuestro entorno cotidiano está constituido por
una multitud de elementos, de entornos naturales como artificiales (casa,
árbol, lápiz, etc.), que tienen distintos aspectos físicos, es decir, distintas
formas.
La forma es la identidad de cada cosa, es una conjunción de puntos, de
líneas, de planos, de colores, de texturas que originan el aspecto de algo
determinado y que lo distinguen de otro objeto o cosa (flor, silla, cocina,
cama, etc.)
Existen muchas clases de formas:
1.
Según su dimensión, las formas pueden ser:
bidimensionales: representadas sobre un soporte plano, y con solo dos
dimensiones
(altura y ancho) como una letra.
Tridimensionales, que son las que
tienen volumen, es decir, que ocupan un lugar en el espacio y tienen tres
dimensiones (altura, ancho y profundidad o grosor), como los seres humanos,
los edificios, etc.
2- Según su
origen, consideramos tres tipos de formas:
Las formas naturales, son las que conforman nuestro entorno natural
y que a su vez se dividen en orgánicas (un pájaro, un árbol…)
e inorgánicas (una roca, minerales,..).
Las formas artificiales, son todas
aquellas creadas por los seres humanos, como una cama, mesa, silla, etc.
Las formas imaginarias,
son figuras, entre otras cosas, que
tienen la apariencia o el aspecto
externo de un cuerpo u objeto, a través de la cual se puede distinguir
frente a otros. Las formas imaginarias a diario se presentan en nuestro entorno
un claro ejemplo al ver las nubes muchos nos imaginamos ver animales, cosas u
otros objetos o al ver la misma naturaleza interpretamos en ella las formas y
figuras que interpretamos.
3.- Según su estructura encontramos:
- Formas simples que son las
compuestas, por uno o pocos elementos. Como ejemplo de una forma natural
simple, podríamos citar una ameba, y artificial, una tuerca.
-
- Formas
complejas son las que están compuestas de muchas formas simples. Una forma compleja
natural sería el propio ser humano, y una artificial sería un coche.
En todos los casos, la forma nos informa la naturaleza de las
cosas por medio de su aspecto externo: qué son, cómo funcionan o para qué
sirven.